Bienvenidos a Cartas desde el pozo. Pronto se os acostumbrará la vista y confirmaréis que aquí las paredes rezuman agua insalubre y el suelo de cantos y guijarros entorpece el movimiento. Sin embargo, algunos hemos dado con un rincón donde sobrevivir. Allí sonreímos a la tragedia, labramos la ciénaga para cultivar comedias, y nos hemos conjurado para que el esperpento sea nuestra rutina. Seguidme y os conduciré hasta el lugar del que os hablo.

Todos arrojáis vuestros desperdicios al pozo: lo que os obsesiona, lo que no os atrevéis a mostrar, lo que no debería haceros reir pero inevitablemente os provoca carcajadas incontenibles... lo que os impide ser normales. Bajad y descubriréis que estáis descartando la mitad de vosotros mismos. Posiblemente, la mejor mitad.

El código del pozo

En Cartas desde el pozo sólo hay una regla: expresamos ideas, sensaciones y sentimientos por medio de palabras, pero evitamos la pedantería, la chabacanería o el exceso de afección.
Aquí caben todos los registros, pero no atormentes con tu tormento ni intentes hacer reír con esa broma que ahora triunfa en los bares. No buscamos eso.
Y a la derecha, Lo que cae al pozo, nuestra sección de objetos perdidos que merecen ser rescatados del olvido.

Si quieres publicar o sugerir objetos, escribe a
cartasdesdeelpozo@ya.com

viernes, 23 de noviembre de 2007

Confesiones del príncipe

Confieso que desearía quitarle la vida, arrancársela. No le odio; sería un acto ritual. Me gustaría que él se acercara a mí con la daga entre sus manos, ofreciéndomela como instrumento de deceso.

Entonces yo le apuñalaría solemnemente doce veces, en los doce puntos por donde fluye la savia. Recogería su sangre en una jofaina de bronce bruñido. Bebería de ella y luego se la ofrendaría a las palomas que acuden al templo en busca de augurios para mi y para mi pueblo; cielos despejados, horizontes cristalinos.

Ya despojado de los símbolos de la autoritas, su cuerpo inerte, envuelto en púrpura, sería gravemente acompañado hasta el ara donde habría de arder hasta la siguiente luna.

Y yo clamaría “¡que nadie separe la cabeza del tirano!, esta noche reposará junto a sus antepasados y ha de presentarse decoroso ante la puerta de sus padres. ¡Que nadie aleje su mente de su corazón porque el juicio ante los dioses ha de ser justo y él tiene derecho a defender su causa con inteligencia y ardor”.

Sólo así, honrando las leyes de nuestros ancestros, este pueblo se verá libre y este ser humano que soy yo podrá ser feliz.

martes, 20 de noviembre de 2007

A ti, que eres cine

En ti, imagen de cine, siempre en ti
íntimamente en tu gesto espero
interpretar sueños fabricados,
emociones hondas para mi letales.

Así te vi, afiche dos por uno
exigiendo atención mientras devolvías,
fetiche de marquesinas, mi reflejo:
gestos mudos de anhelo insatisfecho.

Y fue allí, cuando te creí real
-anónimo y fiel desde aquella butaca-,
ilusión de vísceras de celuloide
como emulsión, luz que bañaba la plata

Acaso en mi eres secuencia continua.
A veinticuatro tragedias por segundo
te sigo viendo una y mil veces
luminiscente entre los fotogramas.
Pero ahora sí, sueño imposible
a ti te confieso que siento miedo
que sufro el vértigo de poderte olvidar.

miércoles, 24 de octubre de 2007

A la memoria

Rojas siguen las lindes del camino
pero el cielo aún aparta sus ojos
vidriosos conteniendo lágrimas
mientras las espigas marchitas
en la tierra guardan silencio

El otro día se oyeron disparos
hombres mataron a hombres
Ayer,
esos hombres olvidaron sus nombres
Hoy,
nuevos hombres cavan en el olvido
y quizá mañana
ningún nombre mate a los hombres

Ya puede llorar de nuevo el cielo
y verá reverdecer aquellos campos
y limpiará de sangre aquellos caminos

Tiempo de siega

Hay quien degusta complacido
verticilos de flor por primavera
que paladea y liba porque espera
placenteros jugos para su alma

Pero ay de quien al alma clama
y declama que ama con armas gastadas
en estío entrañas segadas
a golpe de hoz y muñeca
que arranca su vida, la cercena
como hierba seca, a ras de tierra

lunes, 6 de agosto de 2007

Si tu en mi

Si tú te vieras como yo te veo
desafiarías a los espejos
que bien querrían quebrarse
turbados por no poder imitarte.

Y tus ojos danzarían atónitos,
como acariciando tu imagen,
como hacen siempre,
antes de languidecer
como noche polar,
la más larga del mundo.

Ojalá soñaras mis noches de insomnio.
Te descubrirías alada,
velando en la penumbra,
evocando en el silencio.

Y serías flor expoliada por abejas,
pétalos desprendidos
flotando en el espacio,
formando senderos
como astros alineados
sobre los que pasear.

Con pies ligeros de cuerpo volátil
de niña indefensa en la noche, de mujer,
obra del primer rayo, al despertar.

Si mis párpados abrieran tus ojos
dirías: no hay color que me haga justicia
que el blanco en mi blusa amaneció muerto.

Será tu piel tierra de siena en verano,
o el oro sulfúreo de tu pelo,
quizá el sombrío betún de tu escote abierto.
Yo sólo sé que por duelo,
mañana, tras la próxima lluvia,
el arco iris se teñirá de negro.

Cómo decirte,
si supieses lo que yo deseo
te cubrirías ruborizada,
pero ay,
ojalá no sientas lo que yo siento
que entonces no querrías ser tú
sino yo

y no serías nada,
nada de esto,
nada de nada.

jueves, 26 de julio de 2007

Para vivir quería (náufrago)

Para vivir quería
el cabo lejano de la maroma
impulsar mi barco
zarpar en travesía
surcar los mares

Hacia allá,
a sotavento
donde ella es humana
y amanecen sus lágrimas
y encallan las gabarras
arrastradas por sollozos
batidas por los lamentos

Para vivir entré a puerto
a negociar confesiones rimadas
sorpresas que encierran sorpresas
juegos tramposos de palabras
mechones, falsos exvotos
y trapichear con la esperanza
de traer de vuelta
arcas, cofres y ánforas
con gestos conmovidos
palabras de aliento
bagatelas de esperanza

Pero ya no queda nada
naufragué:
velas rasgadas
cofa, brazola y pescante
contra las rocas, sumergidas
y la mesana a la deriva
donde agarrarme
si vivir quería

Y quién quisiera tal cosa
si jamás hubo ganancias
ni habrá tesoros
ni un relato que recuerde
a dónde me dirigía
cuando vivir quería

domingo, 22 de julio de 2007

El Pisaseñoras: entrada de diario (autenticidad sin confirmar)


















Hoy, en el tren, he pisado a una señora.


No la conocía.





Sé que soy un benefactor de la humanidad. Alguien tenía que hacerlo.



Por un instante mi mirada ha coincidido, uno por uno, durante centésimas de segundo, con todos y cada uno de los demás viajeros del vagón de cercanías.
Y con los ojos nos lo hemos dicho todo.
Y yo he asentido.
Me he sentido preparado para ser el pie ejecutor de la mayoría.


Y pisarla.


Porque había que pisarla. Y la pisé, pero bien.


Y me dolió más a mi que a ella.Pero había que hacerlo.


Y me ha gustado la experiencia, así que , a partir de ahora, me voy a dedicar a pisar señoras en los transportes públicos.


Seré conocido como el "pisaseñoras" y todas huirán de mi al verme llegar.


Verdaderas estampidas de señoras por los trenes de cercanías huyendo de mi, del "pisaseñoras"


Herminda, te quiero.

martes, 17 de julio de 2007

Cancionero del chocolate

Molendera de deseo en grano
que liberas aromas femeninos
amasas pasta de cacao y garbo
con que hacer bocados de mujer prohibidos

Amor crujiente
amor del duro
amor amor
amor sentido

Una jícara de bombón caliente y líquido
azúcar y gracia, sonrisa y barquillo
una emoción que al sorber desborda
paladear con gusto un cuerpo exquisito

Amor intenso
amor del crudo
amor amor
amor querido

Baño ardiente en ríos de chocolate
elixir de dioses que erigieron reyes
ungido sobre el cuerpo de la última diosa
para a un rey sin diosa desvalido

Amor amargo
amor del puro
amor amor
amor contigo

sábado, 7 de julio de 2007

Como declaración de intenciones, un homenaje a mi amigo de Atrapados en Madrid, quien por voluntad y méritos ya es uno de los ideólogos del pozo. Sospecho que él es uno de esos que convierten el esperpento en rutina. Queremos ser participativos; qué menos que la primera entrada nos llegue desde fuera del pozo, aunque también desde muy cerca, desde el agujero de al lado.

Ahí tenéis un ejemplo del código que nos rige: un fragmento de La Bienlo (y III). No olvidéis visitar Atrapados en Madrid y daros un chapuzon de surrealismo mágico:

"Bienlosabedios.

TOS-TOS-TOS

Bien lo sabe dios.

Bienlosabedios

La Bienlo.
el culo Bom-bom, bom-bom
Un croissant de chocolate en el sol.
Un enorme agujero, casi como una cueva.
Por la mañana.

TOS-TOS-TOS
TOS-TOS-TOS
TOS-TOS-TOS

[...]"