Para vivir quería (náufrago)
Para vivir quería
el cabo lejano de la maroma
impulsar mi barco
zarpar en travesía
surcar los mares
Hacia allá,
a sotavento
donde ella es humana
y amanecen sus lágrimas
y encallan las gabarras
arrastradas por sollozos
batidas por los lamentos
Para vivir entré a puerto
a negociar confesiones rimadas
sorpresas que encierran sorpresas
juegos tramposos de palabras
mechones, falsos exvotos
y trapichear con la esperanza
de traer de vuelta
arcas, cofres y ánforas
con gestos conmovidos
palabras de aliento
bagatelas de esperanza
Pero ya no queda nada
naufragué:
velas rasgadas
cofa, brazola y pescante
contra las rocas, sumergidas
y la mesana a la deriva
donde agarrarme
si vivir quería
Y quién quisiera tal cosa
si jamás hubo ganancias
ni habrá tesoros
ni un relato que recuerde
a dónde me dirigía
cuando vivir quería
1 comentario:
Navegar hacia un puerto extaño y tantas veces hostil es lo que nos hace grandes, rimando confesiones como dices bien, se hace poesía y con ella se vive, mucho más de lo que a veces crees. Tú estás lleno de vida y en tu mente los viajes son maravillosos, y a veces fracasan en tu propia épica del naufragio (o debería decir ética del naufragio?)No sé si buscamos lo que se nos niega, o se nos niega lo que buscamos falsamente, la respuesta tras una ola, tras un mar de dudas. Navegando a muerte.
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